H
Acto
1
El tiempo trae silencios y sonrisas secretas
Lo miro y tras su rostro veo niños
Encumbrados en hilos delgados
Que cortan con música
Los resquemores más antiguos.
Escondo mi rostro en su mano y sólo sé
que el hoy es más que una atávica cadena de desdichas
pero callo
Enmudezco ante la entrega
Lo seguiré hasta el cielo o hasta la muerte
digo para mi misma
Y sonrío al ver sus ojos caminar hacia mí
esperando un nuevo reencuentro.
Acto 2
Sus labios de improviso se han hinchado de sangre
volviéndose sensuales
casi un teorema ineludible de mi sensualidad
y de su aceptación
a mi ser
Este hombre nuevo que me devela
deseo puro
hace siglos
y al que veo casi al final del camino
Y ya no me pregunto qué hacer con todo esto
ya está claro que existe
y que no lo negaré
porque lo amo
luchando día a día contra el desgaste de esta palabra
Sigo sus pasos
esperando que vuelva a mí
Y escribo
por si el destino, algún día, nos separa.
Acto 3
La entrega empieza cuando ambos olvidamos
las necesidades del trueque
Entonces yazgo abierta en un lecho
lista para ser crucificada,
y me observo como en un espejo maravilloso
desde mi nívea piel envuelta en encajes moros
cual fruto deseable
que sólo en sus manos, se vuelve amable
Acto 4
Y veo por primera vez mis dedos olvidados de sí
lejos de los quehaceres domésticos,
acariciar con dulzura sabia
sus cabellos finos
Mientras su cuerpo desciende como serpiente
para provocar emociones que son rayos
que alumbran el cerebro
para hacerlo volar
Acto 5
No me gusta tu pobreza
No me gusta el mal olor de esta pieza
Me alejo de tanto riesgo
pero vuelvo,
El tiempo trae silencios y sonrisas secretas
Lo miro y tras su rostro veo niños
Encumbrados en hilos delgados
Que cortan con música
Los resquemores más antiguos.
Escondo mi rostro en su mano y sólo sé
que el hoy es más que una atávica cadena de desdichas
pero callo
Enmudezco ante la entrega
Lo seguiré hasta el cielo o hasta la muerte
digo para mi misma
Y sonrío al ver sus ojos caminar hacia mí
esperando un nuevo reencuentro.
Acto 2
Sus labios de improviso se han hinchado de sangre
volviéndose sensuales
casi un teorema ineludible de mi sensualidad
y de su aceptación
a mi ser
Este hombre nuevo que me devela
deseo puro
hace siglos
y al que veo casi al final del camino
Y ya no me pregunto qué hacer con todo esto
ya está claro que existe
y que no lo negaré
porque lo amo
luchando día a día contra el desgaste de esta palabra
Sigo sus pasos
esperando que vuelva a mí
Y escribo
por si el destino, algún día, nos separa.
Acto 3
La entrega empieza cuando ambos olvidamos
las necesidades del trueque
Entonces yazgo abierta en un lecho
lista para ser crucificada,
y me observo como en un espejo maravilloso
desde mi nívea piel envuelta en encajes moros
cual fruto deseable
que sólo en sus manos, se vuelve amable
Acto 4
Y veo por primera vez mis dedos olvidados de sí
lejos de los quehaceres domésticos,
acariciar con dulzura sabia
sus cabellos finos
Mientras su cuerpo desciende como serpiente
para provocar emociones que son rayos
que alumbran el cerebro
para hacerlo volar
Acto 5
No me gusta tu pobreza
No me gusta el mal olor de esta pieza
Me alejo de tanto riesgo
pero vuelvo,
Vuelvo
a ti como en trance
porque contigo
el espacio pierde sentido
Y los olores se inclinan ante el perfume que emana de nuestros cuerpos
porque contigo
el espacio pierde sentido
Y los olores se inclinan ante el perfume que emana de nuestros cuerpos
Entonces el calentador se transforma en una cocina a leña,
donde calentamos té de mandarinas
Y tus ojos, en ríos, donde nuestros cuerpos flotan
hacia el mar del inconsciente.
Acto 6
No, yo no quería esto
Estaba resignada a ser una dama distante y lejana
Una receptiva enigmática de los poemas de otros
Y de los míos, que jamás habría mostrado a nadie.
Ya había tejido una mortaja de finura distante
Hecha de negros y verdes,
cuando de improviso, te apareciste
Invitante presencia, entre tantas palabras y tecnicismos
Habría podido escapar de ti y de ellos
Salir de ese Olimpo poético
Para caminar sola
Acto 7
Y sin embargo,
tomé
tu mano
para atravesar la calle
No pude eludir esa sonrisa gentil
tan amiga de mi antigua ternura
La intuición de infinitos y comunes recorridos de soledad
por donde sólo algunos transitan
Y quise ver qué escondía todo ese sentir
para atravesar la calle
No pude eludir esa sonrisa gentil
tan amiga de mi antigua ternura
La intuición de infinitos y comunes recorridos de soledad
por donde sólo algunos transitan
Y quise ver qué escondía todo ese sentir
Acto 8
Primero fueron los eternos juegos de la seducción
donde a cada paso de mi danza, obtenía respuestas impensadas,
luego
emociones vibrantes y mi obstinación al seguir en monólogos
Porque
ya sabemos que el tiempo nos templa como glaciares eternos
Y que dejamos de ser luz para buscar eternidad
Y que dejamos de ser luz para buscar eternidad
Acto 9
Corre, corre, aléjate_ me decía una voz
Arranca de eso que te da vida para luego arrancártela
Tendrás que volver una vez más a tu casa, mañana,
cabizbaja
y humillada, pidiendo perdón por haber sentido.
¿ Cómo es posible tanto apego a lo desconocido,?
_
te habÍan dicho siempre, reprobando tu pasión.
Nunca te preguntaron qué había sucedido,
Si habías sido feliz, mientras había durado
o si todavía, sufrías.
Nunca te preguntaron qué había sucedido,
Si habías sido feliz, mientras había durado
o si todavía, sufrías.
Debías pagar un precio,
Siempre hay que pagar un precio.
Acto
10
Entonces pasaron los años
Y cuando ya habías pagado todas tus deudas
y nada tenías
volvió esa ternura tan digna de castigo
esa que sólo unas pocas conocemos.
Y cuando ya habías pagado todas tus deudas
y nada tenías
volvió esa ternura tan digna de castigo
esa que sólo unas pocas conocemos.
La sonrisa cándida del yo
sensualidad que se desprende del cuerpo
Para volverse gesto hacia el otro
sonido gutural
Cuerpo que se curva hacia el cielo
en movimientos de piernas
que
dibujan
curvas y rectas de sombras que vibran contra las paredes
curvas y rectas de sombras que vibran contra las paredes
Acto 11
Y ya no quise olvidarlo y volver a casa
ya no quise volver más al castigo del silencio
ni evocar duelos de amazonas
donde el deseo es sólo impetu
suicida
Fui
ansia consciente del ser
en la cúspide del deseo
Sàbado 8 octubre 2011.
Atto
I
Il
tempo porta silenzi e sorrisi quando lo riconosco
e
dietro il suo volto
vedo
bimbi, elevati da fili taglienti
che
tagliano con musica
le
piú antiche cautele.
Nascondo
il volto nella sua mano e solo so
che
il presente é forse qualcosa di piú
che
un’ atavica catena di disgrazie
ma
taccio
mi
silenzia tanta cortesia
Andró
con lui in cielo o all’ inferno
mi
dico e sorrido
agli
occhi che mi vengono incontro
in
attesa di una prossima volta.
Atto
II
Le
sue labbra d’ improvviso, gonfie di sangue
sono
l’ ineludibile teorema
della
mia sensualitá
e
della sua accoglienza
Quest’
uomo nuovo che mi mostra
desiderio
puro
in
secoli di solitudine
e
che vedo
solo
alla fine del viaggio
Non
ho piú voglia di domandarmi cosa fare di tutto questo
É
evidente che esiste
e
che non lo negheró questa volta
perché
l’amo
mentre
lotto giorno per giorno
contro
il logorio delle parole
Seguo
i suoi passi
nell’
attesa che ritorni da me
E
scrivo
per
scongiurare il futuro addio.
Atto
III
Il
dono inizia quando entrambi dimentichiamo
i
bisogni del baratto
Allora
mi permetto e giaccio aperta su un letto
pronta
per essere crocefissa,
e
mi compiaccio dell’ altrui sguardo che rispecchia
pelle
nivea in seta nera
dolce
frutta, tra le sue mani.
Atto
IV
E
vedo le mie dita, dimentiche di sé,
tra
lavori domestici
danzare,
con
incerta tenerezza
tra
i sottili e zingareschi capelli
Mentre
il suo corpo scende come una serpe
accendendo
emozioni che illuminano la mente
nella
notte piú oscura
Atto
V
Non
mi piace la tua povertá
Non
mi piace il cattivo odore della tua stanza
Mi
allontano da tale rischio
ma
ritorno
Ritorno
a te come in trance
perché
con te
lo
spazio perde il senso
e
gli odori si inclinano
davanti
al profumo che esalano i nostri corpi
Allora
un fornelletto, diventa cucina a legna
dove
scaldiamo un té agli aranci
ed
i tuoi occhi,
fiumi
in
cui galleggiano i corpi
nel
mare dell’ inconscio.
Atto
VI
No,
non volevo questo
Ero
ormai rassegnata al ruolo della dama distante
enigmatica
audiente
delle
poesie altrui
e
delle mie,
che
mi ero promessa di non mostrare a nessuno.
Avevo
giá tessuto il mio sudario
di
elegante assenza verde e nera
quando
mi sei apparso
quale
invitante presenza
tra
tante parole e tecnicismi.
Sarei
potuta scappare facilmente
dall’
olimpico e poetico caffé
per
camminare da sola
Atto
VII
E
nonostante tutto,
ho
preferito prenderti per mano per attraversare la strada
Non
potevo eludere il sorriso gentile
cosí
amico
alla
mia antica tenerezza.
L’
intuito di infiniti e comuni percorsi di solitudine
che
solo alcuni conosciamo
e
che abbandoniamo
ogni
tanto,
per
curiositá.
Atto
VIII
Dapprima
gli eterni giochi della seduzione
dove
ad ogni passo di danza
seguiva
un’ inaspettata risposta
Emozioni
vibranti
e
la mia ostinazione a seguire in monologhi
Perché
si sa che il tempo ci tempra in ghiacciai eterni
e
che smettiamo di essere luce per cercare l’ eterno
Atto
IX
Corri,
corri, allontanati-mi diceva una voce.
Scappa
da chi ti da vita per poi strappartela
Dovrai
tornare ancora una volta a casa, domani
A
testa bassa ed umiliata, chiedendo scusa di aver sentito.
Come
é possibile tanto attaccamento allo sconosciuto?
_ti
avevano sempre detto, rimproverando la tua passione.
Non
ti domandarono mai cos’ era successo,
se
eri stata felice, mentre era durata
o
se ancora soffrivi.
Dovevi
pagare un prezzo,
Sempre
si deve pagare un prezzo.
Atto
X
Allora
trascorsero gli anni
e
quando avevi pagato tutti i debiti
e
nulla possedevi
ritornó
quella tenerezza cosí degna di castigo
quella
che solo alcune meritiamo.
Il
candore del sorriso
Sensualitá
che scappa dall’ io
per
diventare gesto verso l’altro
Suono
gutturale
del
corpo curvato al cielo
in
movimenti di gambe che disegnano
curve
e rette di ombre
che
vibrano contro le pareti
Atto
XI
E
non volli piú dimenticarlo per tornare a casa
Non
volli piú tornare al castigo del silenzio
né
giocare i duelli delle amazoni
dove
il desiderio é solo impeto
di
suicidio
Fui
ansia cosciente
In
cuspide al desiderio
Sabato
8 ottobre 2011
(trad. Mariam Torneria)
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